Una aproximación para definir qué es una entrevista de orientación psicológica sería decir que consiste en la relación que se establece entre dos personas; una, un paciente, y la otra, un psicólogo. Ciertamente, cada uno tiene un papel distinto en esa experiencia. Veámoslo más detenidamente.
¿Quién busca una entrevista psicológica? Y ¿quién la ofrece? ¿Qué determina a uno y otro protagonista de ese encuentro? Una entrevista psicológica no deja de ser un encuentro entre dos personas -si se trata de una entrevista individual; no de un encuentro fortuito, sino de un encuentro buscado, provocado, organizado.
Quien busca una entrevista psicológica no es más que una persona que, en el momento que se determina a concertar una entrevista psicológica es consciente de un malestar, del tipo que sea. La persona que siente un bienestar en su vida no asiste a la consulta de un psicólogo, al menos debido a su bienestar. Puede que ocurra que una persona sienta bienestar en su vida, en algunos momentos, o en algunas áreas, junto a otros en que sienta malestar. Tiene sentido buscar una entrevista psicológica de acuerdo con los momentos en que sienta malestar.
La persona del paciente es el protagonista principal de la entrevista psicológica, de la consulta; el psicólogo, es el protagonista secundario ¿Por qué? Porque el que se mueve para buscar al psicólogo, es el paciente. Quien tiene motivos para solicitar una entrevista psicológica es el paciente. El psicólogo muestra disponibilidad receptiva para la entrevista, pero nunca ha de ser quien la busque; no se entendería que el psicólogo buscara pacientes a quienes entrevistar psicológicamente. El psicólogo no puede entrar en la privacidad de la vida mental del paciente sin el consentimiento de éste. Cuando es el paciente quien busca al psicólogo, implícitamente, está dando su consentimiento a que el psicólogo entre en aquello que el paciente quiera compartirle.
La persona que busca la orientación psicológica estará movida por una situación personal en la que le hace falta algo; cómo mínimo quiere obtener la opinión de un tercero, cualificado. O bien la persona tiene un franco sufrimiento mental en relación con cualquiera de las áreas de su vida; o bien tiene alguna falta de claridad mental. En ambos extremos, la persona solicita poder compartir lo que le sucede con ese tercero que está capacitado para la escucha y la exploración psicológica.
La persona del psicólogo es alguien que se ha capacitado para ejercer su profesión de acuerdo con los cauces profesionales de formación, acreditación y especialización; los que las instancias legales han instaurado a tales efectos. A esos cauces se añade la pericia del clínico que se afianza en relación con su experiencia profesional acumulada a lo largo del tiempo; con unos y otros pacientes.
La entrevista de orientación psicológica consiste en unas fases que podríamos convenir en definir como la fase inicial, media y de resolución. Habría que precisar que, muy frecuentemente, una consulta psicológica se desarrolla a lo largo de varias entrevistas. Así, la entrevista de orientación psicológica puede precisar de diversas entrevistas, usualmente, menos de cuatro; en función del problema que se lleve a consulta.
En la fase inicial, el paciente está invitado a expresar con palabras aquello que le hace sufrir en su vida, poco o mucho. Esto lo llamamos el motivo o la demanda de la consulta. Expresada la situación que el paciente comunica al psicólogo, éste tiene que escuchar, acogiendo la situación personal de aquel, empáticamente; para desde ahí poder ofrecer una comprensión de lo que le está pasando, por qué está atrapado en esa situación de malestar. Cuando esto sucede se ha superado la fase inicial y se está en la fase media, en una fase de resolución, aunque sea parcial.
En bastantes ocasiones el paciente expone verbalmente la circunstancia vital en la que se encuentra, con la desorientación que tenga, o con el sufrimiento; esta comunicación verbal está acompañada de otra comunicación no verbal, a la que el psicólogo tiene que estar también atento, observándola y acogiéndola. Al psicólogo le toca ponerse en lugar del paciente, para desde ahí poder entenderlo, poder entender desde dentro del paciente lo que le sucede.
Así, la entrevista de orientación psicológica se basa en una confianza básica inicial desde la cual el paciente busca la pericia del psicólogo. El paciente tiene que poder atribuir al psicólogo esa pericia sobre la que hacer descansar su esperanza de confianza. Sin estas emociones básicas en el paciente, es imposible que la entrevista de orientación psicológica progrese adecuadamente.
La primera entrevista suele provocar un cierta ansiedad en el paciente dado que éste tiene que expresar algún grado de su intimidad; ante un desconocido. El paciente puede que se encuentre en su primera consulta con un psicólogo -cada vez pasa menos y acostumbramos a atender pacientes que ya han asistido al psicólogo anteriormente- y esta novedad de la experiencia puede provocarle cierta inseguridad; en otras ocasiones puede aparecer cierto grado de pudor de mostrar aquello que no va bien en la vida de uno, ante un tercero. En muchos casos, el paciente no llega a la consulta del psicólogo hasta después de un proceso de consideración que se demora mucho en el tiempo, a veces, incluso meses o años.
Esta situación de novedad de la primera consulta, no lo es solamente para el paciente; el psicólogo, por experimentado que sea, se encuentra por primera vez ante ese desconocido que es su nuevo paciente. Esta cualidad de lo nuevo puede inquietar también al psicólogo que puede sentirse presionado a entender a su paciente, por inconsciente que sea su sensación.
Esta situación de novedad de la primera consulta, no lo es solamente para el paciente; el psicólogo, por experimentado que sea, se encuentra por primera vez ante ese desconocido que es su nuevo paciente. Esta cualidad de lo nuevo puede inquietar también al psicólogo que puede sentirse presionado a entender a su paciente, por inconsciente que sea su sensación.
Ciertamente puede haber múltiples formas de resolución de la entrevista psicológica tantas, quizás, como formas de demanda de consulta; o como formas de demanda concretadas en cada una de las personas que piden ayuda. Si un paciente busca una orientación psicológica, la resolución de esta debe pasar por un cierto grado de orientación, valga la redundancia. El paciente debe sentir que a lo largo del proceso de la entrevista obtiene un plus de orientación, o de comprensión; que no tenía antes de su realización. Debe sentir que su claridad mental se ha expandido, poco o mucho.
En la práctica profesional es corriente escuchar decir a los pacientes que ese punto de vista -el que le ofrece el psicólogo- no lo había pensado anteriormente. Esta expresión puede adoptar formas variadas que expresen la misma impresión: visión, perspectiva, opinión, consejo, ayuda, etc. Desde nuestra perspectiva de comprensión de lo que es la atención psicológica, se trata de que, en la entrevista de orientación psicológica, el paciente se clarifique respecto de su demanda de consulta. O que sienta esperanza de su proceso de resolución; cuando la consulta apunte a que la resolución de la demanda no puede plantearse más que como un proceso de ayuda psicológica de más envergadura, como sería el caso de una psicoterapia.